Vacaciones

5 consejos para combatir el estrés prenavideño en el trabajo

¿Pensar en los días libres (sean muchos o pocos) que podremos disfrutar por Navidad y el rompecabezas de terminar a tiempo todas las tareas pendientes no te deja dormir? Tienes estrés prenavideño y te vamos a contar cómo hacerlo más llevadero.

Después de un duro año (últimamente, todos lo son) de lidiar con imprevistos en el trabajo llegamos a diciembre agotadas mentalmente y con ganas de desconectar durante unos días de vacaciones, aunque sean pocos. Pero, hasta que mandemos el último e-mail, terminemos la última tarea pendiente en Asana o Trello, podamos apagar las notificaciones de Slack o cuadremos el Excel, tenemos por delante varias semanas de carreras, agobios y prisas. A lo que se añade que, en muchas ocasiones, nuestra jornada se alarga cada día con las inexcusables copas o cenas de Navidad, cuando lo que de verdad deseamos es estar en casa, en zapatillas y pijama viendo películas ñoñas de Navidad.

Según los psicólogos, es normal sufrir un incremento del estrés de último minuto antes de poder apagar el ordenador, porque saber que estaremos desconectadas o fuera del trabajo durante unos días nos hace aumentar nuestro nivel de autoexigencia y perfeccionismo por terminar todas las tareas pendientes antes de irnos. Si, además lo unimos al estrés de comprar los regalos, decorar la casa, organizar planes para los niños y tenerlo todo listo para las cenas de Navidad, nuestro nivel de ansiedad navideña escala hasta superar el árbol del Rockefeller Center.

Consejos para combatir el estrés

Si, asimismo, trabajamos desde casa, nos hemos creado una rutina que nos permite compaginar el trabajo, la familia y el ocio en el mismo espacio, y que las Navidades puede descontrolar, creándonos ansiedad. ¿Cómo podemos lidiar con estas sensaciones? Te proponemos algunos hábitos que puedes incluir en tu día a día antes de Navidad:

1. Sé amable contigo misma

No es fácil superar esta época, por lo que no seas dura contigo misma. No te tortures pensando que no te va a dar tiempo o que vas a olvidar algo (o a alguien). Piensa, en cambio, que lo estás haciendo lo mejor que puedes. Aunque no hayas terminado todas las tareas que tienes pendientes o no eres lo productiva que deberías, haz una pausa y descarta todos los encargos que no sean importantes. Y, sobre todo, no te lleves trabajo pendiente a casa de vacaciones.

2. Expresa cómo te sientes

Compartir tu ansiedad con un compañero de trabajo puede ayudarte a eliminar el estrés. Al hablar sobre un problema o tarea tienes que reevaluarlo y entenderlo. Muchas veces, solo intentando explicarlo encontrarás la mejor solución o te darás cuenta de que no es tan grave ni lleva tanto tiempo. Además, es importante compartirlo con tu pareja para que sea consciente, y te apoye, del tiempo que necesitas para terminar ese trabajo pendiente o te ayude ocupándose de algunas de las tareas. No te olvides de informar a tus jefes o clientes de los días en los que estarás fuera para que no te llamen o escriban durante las vacaciones y asegurarles que el trabajo estará terminado antes de irte o que lo retomarás después de Navidad.

3. Pide ayuda

No deberías intentar hacerlo todo tu sola. Es uno de los peores hábitos que deberíamos desterrar cuanto antes de la oficina. Reparte con tu familia y compañero s las tareas pendientes y, si no puedes, sé asertiva y dile a tu superior que no puedes asumir determinadas labores a tiempo antes de las vacaciones. Si la jefa eres tú, para no arruinar el ambiente de trabajo ni la productividad plantéate contratar a alguien extra para este tiempo, cuando tienes que reorganizar la plantilla para cubrir los días de vacaciones en los que estarán fuera o si aumenta la carga de trabajo durante estos días.

4. Reserva un momento para relajarte

Aunque creas que no tienes ni un minuto libre, intenta reservarte unos pocos cada día para p racticar 'mindfulness' o yoga.  Unos simples ejercicios de respiración profunda y meditación te ayudarán a aliviar la ansiedad y encarar las tareas pendientes con energía, enfocándote en lo que estás haciendo en cada momento y no en todo lo pendiente.

5. Haz algo divertido

¡Es Navidad! Intenta aprovechar el ambiente festivo y, aunque tengas mucho trabajo, organiza alguna actividad divertida con tus amigos o tu familia. Por ejemplo, apúntate a un taller de dulces navideños o de coronas de Adviento. O vuelve a la infancia disfrutando de las luces de Navidad y de los mercadillos. Si no has patinado nunca en hielo, nunca se es demasiado mayor para intentarlo.