Elena de los Ríos.
El fenómeno de la influencia a través de las redes sociales ha revolucionado el marketing mucho más allá de la moda, aunque sea el sector textil el que más ha visibilizado la centralidad de estas profesionales. Las influencers logran convertir su pasión en su negocio a través de las pantallas, ya sea prescribiendo ropa, productos cosméticos, recetas de cocina, bricolaje o tips de gestión financiera. Incluso los CEO son ahora influencers. Pero también existen influencers aficionados a la gestión del dinero, la inversión y el social trading que, cada vez, cuentan con más seguidores. Son los finfluencers.
La aparición de apps y plataformas de trading no solo permite entrar fácilmente en el mundo de la inversión, sino que está produciendo su propio firmamento de estrellas: inversores aficionados con trayectorias impecablemente rentables que son seguidos por miles de personas. Pero no son solo estos líderes de la inversión los que pueden llamarse , sino también esas personas que saltan a las redes, sobre todo a Instagram y TikTok , para hablar de finanzas.
A finales de septiembre, el hashtag #FinTok había logrado 500 millones de visualizaciones; #cryptocurrency , más de 2.000 millones; #investing , 3.700 millones. En Instagram, #financialfreedom aparecía en más de 10 millones de publicaciones e #investing , en casi 12 millones. En estos y otros muchos hashtags se apalancan los finfluencers, personas que viralizan información financiera de todo tipo en las redes sociales.
Pueden ser inversores autodidactas, estudiantes o, sencillamente, personas que relatan su trayectoria en el mundo financiero , pero los mejores son seguidos por cientos de miles de suscriptores. Un 71% de los centennials y millennials valoran que la información financiera provenga de alguien de su edad, afirma New Morning Consult. Además, según otra encuesta de la firma de asesoramiento financiero MagnifyMoney Advisor, un 46% de los inversores menores de 40 años han acudido a las redes sociales para informarse sobre inversiones, por orden de preferencia, a YouTube, TikTok e Instagram.
Muchas veces, estos finfluencers llenan un vacío en la escasa educación financiera que recibimos, pero también pueden emitir cantos de sirena que merece la pena evitar. Las entidades reguladoras aconsejan precaución antes de seguir sus recomendaciones y advierten de los riesgos de convertir la inversión en "un videojuego".