Elena de los Ríos.
Basta de dudas y de excusas. Si no haces más que retrasar el momento de comprometerte con un plan de ahorro (ya te hemos hablado del método 50/30/20 , del sistema japonés kakebo y de la estrategia de las inversoras que planean vivir de las rentas ) te vamos a dar las pistas necesarias para que termines definitivamente con esta postergación.
Si nos sigues, tienes que tener ya bastante clara la primera regla de oro del ahorro: no destinar a nuestra hucha particular lo que buenamente nos sobra a final de mes, sino automatizar una transferencia a la cuenta de ahorro a principios. Esto no va a ser fácil, pero el primer paso para tener éxito en el ahorro es convertirlo en una prioridad.
Una de las pocas cosas positivas de la pandemia ha sido la explosión de la tasa de ahorro , disparada hasta un 14,8%, un dato inédito en España. El confinamiento "nos obligó" a reducir el gasto y muchas nos dimos cuenta del bienestar que produce poder contar con un buen colchón de ahorro. A la primera regla tenemos que sumar una segunda: que el plan de ahorro sea gradual . No va a salir bien si quieres pasar de no ahorrar nada a renunciar al 15% de tu sueldo.
Para que la estrategia sea buena, conviene tener muy en cuenta la edad . Hasta los 25 años, el porcentaje de ahorro debe estar en torno al 10% del sueldo mensual. Ese porcentaje debe ir subiendo hasta alcanzar un mínimo de un 17%, diez años después. Que lo consigas tendrá mucho que ver con las cargas familiares e hipotecarias . De hecho, a partir de los 35 años el porcentaje vuelve a bajar al 15%, aunque si no tienes hijos ni te has comprado una casa probablemente puedas doblarlo y ahorrar hasta un 30% de tus ingresos.
La franja de edad más ahorradora se encuentra entre los 41 y los 45 años , con porcentajes que alcanzan el 40% e, incluso, el 50% del sueldo. Si atendemos al salario, está claro que quien ingrese menos de 800 euros solo podrá plantearse un 10% de ahorro, pero podrá elevar dicho porcentaje hasta un mínimo de un 15% si está en la franja de entre los 800 y los 1.600 euros. A partir de ahí, los mejores ahorradores pueden plantearse quitas de hasta un 40 o 50 % cada mes.