HAMPTON, VA - 1962: NASA space scientist, and mathematician Katherine Johnson poses for a portrait at her desk with an adding machine and a 'Celestial Training device' at NASA Langley Research Center in 1962 in Hampton, Virginia. (Photo by NASA/Donaldson Collection/Getty Images) /
Katherine Johnson fue una figura clave en la conquista espacial de Estados Unidos. Nacida en Virginia Occidental en 1918, esta física y matemática trabajó en la NASA calculando con enorme precisión la trayectoria de algunos vuelos espaciales. Sin embargo, su condición de mujer y afroamericana en un país marcado por el racismo, la mantuvo en la sombra durante décadas, como a otras grandes mujeres científicas olvidadas por la historia. Hoy, tras su muerte a los 101 años, su importancia en los campos de la ciencia y la tecnología del siglo XX es indiscutible. "Ella era una heroína estadounidense y su legado pionero nunca será olvidado", ha publicado en Twitter el administrador de la NASA, Jim Bridenstine.
Desde pequeña, Johnson estuvo muy dotada para las matemáticas y se convirtió en una de las pocas personas afroamericanas que llegó a la Universidad de Virginia Occidental en la década de 1930. En 1953 entró a trabajar en la NACA (lo que más tarde pasaría a denominarse NASA) y, durante las décadas de 1950 y 1960, Johnson formó parte de un grupo de mujeres afroamericanas encargado de realizar cálculos que luego utilizarían los ingenieros aeroespaciales. Estas pioneras, que durante años pasaron desapercibidas, fueron las protagonistas de la película Figuras ocultas, estrenada en 2017. Johnson, incluso, acudió a la ceremonia de entrega de los Óscar: la película estaba nominada a tres estatuillas.
Calculó la trayectoria del Apollo XI
Durante sus años de trabajo en la NASA, Johnson fue una pieza clave en diversas misiones: en 1961 calculó el vuelo espacial de Alan Shepard, el primer estadounidense que viajó al espacio, y la ventana de lanzamiento del Proyecto Mercury, el primer programa espacial tripulado de Estados Unidos. Pero Johnson también se encargó de calcular la trayectoria del Apolo XI, la misión que llevó al primer hombre a pisar la luna.
Aunque en los primeros años Johnson realizaba sus cálculos armada de papel, lápiz y calculadora, también fue de las pioneras en manejar las computadoras digitales cuando la NASA las introdujo en su día a día, en 1962.
Con los años y la consecución de los derechos civiles de los afroamericanos, la figura de Johnson se fue agrandando y se convirtió en todo un ejemplo para la sociedad. En 2015, el presidente Barack Obama la condecoró con la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima condecoración al mérito civil en Estados Unidos. "Katherine G. Johnson se negó a estar limitada por las expectativas que la sociedad tenía de su género y raza al tiempo que expandía la fronteras de lo que la humanidad puede alcanzar", dijo Obama en su discurso.