Ixone Díaz
Desde que era una niña y exploraba los bosques y las montañas cercanas a Malè, el pequeño pueblo al norte de Italia donde creció, Samantha Cristoforetti siempre estaba en busca de su próxima aventura . O leyendo sobre ellas. Por eso, devoraba los libros de Julio Verne y Marco Polo, era fan de 'Star Trek' y practicaba kárate y submarinismo siendo una adolescente. Entonces, ya soñaba con ser astronauta . Y su sueño se cumplió en 2009, cuando fue seleccionada para formar parte del equipo de astronautas de la Agencia Espacial Europea. En 2014, la italiana pasó 200 días en la Estación Espacial Internacional como miembro de la misión Futura. Y el próximo 10 de junio, Cristoforetti compartirá su fascinante experiencia (y todos los detalles sobre su próxima misión espacial) en el Santander WomenNow , que se celebrará los próximos 9 y 10 de junio en Vocento. Ya está abierto el registro , tanto presencial como online, para que no te pierdas nada!
Porque siempre tuvo muy claro cuál era su objetivo, Cristoforetti estudió ingeniería mecánica en la universidad de Múnich, donde se especializó en propulsión aeroespacial y estructuras ligeras. Después, completó su tesis sobre combustibles sólidos para cohetes en la universidad Mendeleev de Moscú. Y más tarde, cuando la fuerza aérea italiana empezó a admitir a las primeras mujeres en sus filas, Cristoforetti fue una de las primeras en alistarse . Se formó como piloto de caza y después de acumular más de 500 horas de vuelo, terminó luciendo los galones de capitán. Y por fin, en 2009, después de completar un currículum impresionante (además de italiano, habla inglés, alemán, francés, ruso y está estudiando chino) fue seleccionada para entrar a formar parte de la plantilla de astronautas de la Agencia Espacial Europea.
Después de prepararse durante cinco años para su primera misión espacial, en 2104 Cristoforetti batió un récord histórico al pasar 200 días en la Estación Espacial Internacional y convertirse en la mujer que más tiempo ha pasado lejos de la Tierra. En 2019, la astronauta de la NASA Christina Koch le arrebató la marca. Durante sus casi siete meses en el espacio, la astronauta italiana realizó diversos experimentos científicos: desde testar las condiciones para futuras estancias en las órbitas de la Luna o Marte hasta investigar el potencial nutricional de la espirulina, un tipo alga, para misiones prolongadas en el espacio. También se convirtió en la primera persona en hacer un espresso en el espacio. Convertida en una celebridad, Mattel diseñó una Barbie inspirada en ella para animar a las niñas a soñar con la exploración espacial.
Desde su regreso, la italiana ha trabajado en el Centro de Astronautas de la ESA, donde entre otros proyectos ha liderado la iniciativa Spaceship, un proyecto que estudia los desafíos tecnológicos de las futuras misiones a la Luna. También ha sido la representante de la ESA en el proyecto Gateway, que pretende establecer una base orbital en la Luna, y pasó diez días en Aquarius, el único laboratorio de investigación submarino del mundo , como miembro de la misión de investigación y exploración de la NASA NEEMO23.
Cristoforetti volverá al espacio el año que viene en una nueva misión para la que ya se está entrenando , mientras la Agencia Espacial Europea acaba de cerrar la primera convocatoria en una década para incorporar nuevos astronautas a su plantilla . Y ante la manifiesta desigualdad y falta de diversidad de su plantilla, su prioridad es encontrar mujeres dispuestas a aceptar el reto. En la presentación de la convocatoria, Cristoforetti animó así a las candidatas: "Ser un astronauta ha sido mi sueño desde que era una niña. Por eso, salté a por la oportunidad en cuanto se abrió la convocatoria hace 14 años. Es un proceso duro, largo, lleno de estrés y con escasas posibilidades de éxito, porque esperamos que se presenten miles de personas . Pero es una oportunidad increíble para aprender sobre uno mismo. Yo siempre digo que si tienes que elegir entre lo fácil y lo difícil, vete a por lo difícil, que, por lo general, suele ser más divertido".
La italiana es la tercera astronauta europea de la historia . En 1991, la británica Helen Sharman fue la primera europea en viajar al espacio y en 2001, la francesa Claudie Haigneré se convirtió en la primera mujer astronauta de la Agencia Espacial Europea. Cristoforetti es, además, embajadora de UNICEF, organización a la que donó todas las ganancias de su libro, 'Diario de un aprendiz de astronauta'.