La verdad por delante: no es fácil pedir un aumento . Mucho menos en un periodo de inflación e incertidumbre económica como el que vivimos. Y sin embargo, tampoco podemos asumirlo como una misión imposible o dejar que se convierta en una conversación tabú con tu jefe o el Departamento de Recursos Humanos de tu empresa. Primero, porque no lo es. A menudo, las empresas tienen más margen de maniobra salarial del que hacen ver. Segundo, porque si tienes argumentos válidos para justificar tu petición (y hace tiempo que no has recibido una subida salarial) puede que haya llegado tu momento. Pero antes, debes preparar tu estrategia . De ella dependerá tu éxito o fracaso.
Saber pedir un aumento es tan esencial como encontrar el momento adecuado para hacerlo . Según un estudio de UK Biobank, la mejor hora del día para hacerlo son las 11 de la mañana, cuando el cortisol, la hormona del estrés, alcanza niveles más altos y nos permite tener este tipo de conversaciones complicadas. Además, algunos expertos señalan que el jueves es un día perfecto para intentarlo, porque con el fin de semana a la vuelta de la esquina el clima de una oficina siempre es más favorable . Eso sí, ten en cuenta las particularidades de tu actividad o tu sector. Y la situación económica . Si tu empresa atraviesa una grave crisis financiera, tu demanda no solo caerá en saco roto, sino que será interpretada como una falta de realismo y compromiso por tu parte.
Elegido el momento perfecto, lo siguiente es entrar en el despacho de tu jefe con determinación y la actitud adecuada. Detallar tu situación dentro de la empresa, explicar los objetivos conseguidos o los proyectos realizados y mostrar una actitud realista y flexible respecto a tus demandas es clave. Pero también evitar algunos argumentos para justificar tu petición. Por eso, hay siete frases que no deberías utilizar. Toma nota.
1. "Este sueldo no me da para vivir"
No es que esta frase no pueda encerrar una gran verdad (sobre todo en sectores en los que los sueldos pueden resultar ridículos), sino que no es una buena estrategia para conseguir tu objetivo. No conviertas tu petición en algo personal mencionando tus problemas económicos o tus deudas, apóyala en argumentos profesionales, en el valor que aportas tú a la empresa.
2. "Si no consigo un aumento, me voy"
De nuevo: aunque este sea tu plan, no enseñes tus cartas . Generalmente, los ultimátums no suelen ser efectivos en ninguna negociación. Y aún lo son menos cuando de lo que se habla es de dinero. Por eso, sé profesional hasta el final. Además, hay cosas que no hace falta de decirlas. Probablemente tu jefe ya sospecha que, si no encuentra una forma de contentarte, buscarás rápidamente la puerta. Simplemente, evita verbalizarlo . O sé más sutil. Puedes deslizar que la competencia tiene sueldos más atractivos . Pero antes, comprueba que es cierto.
3. "Tengo una oferta mejor"
A no ser que realmente hayas decidido irte y esta sea simplemente una conversación de trámite, hablar de otra oferta de trabajo no suele ser una buena idea . Más que nada porque puedes encontrarte con una respuesta que no esperabas y una invitación a marcharte inmediatamente.
4. "Llevo X años en la empresa"
Tu antigüedad en el puesto o en la compañía no es un argumento sólido en sí mismo. El rendimiento y los objetivos sí lo son. Apóyate en ellos o comparte tu visión de futuro para el proyecto en el que estás trabajando demostrando iniciativa y ambición por crecer profesionalmente.
5. "Fulanita gana más que yo y hace el mismo trabajo"
La justicia (o injusticia) de ganar más o menos que un compañero es difícil de calibrar porque depende de muchos factores diferentes. Algunos de ellos tan intangibles como la experiencia, la actitud, la iniciativa o los idiomas. En cambio, sí puedes decir que sabes que otros compañeros ( evita siempre los nombres propios ) ganan más y pregunta qué deberías hacer para alcanzar ese rango salarial. Es una forma más diplomática y profesional de preguntar lo mismo.
6. "Quiero más dinero"
Dar con la cifra exacta no es fácil porque nadie quiere pasarse ni quedarse corto en sus demandas. Sin embargo, plantear un aumento sin ninguna referencia, puede poner nerviosos a los jefes. En lugar de una cifra concreta, puedes utilizar un rango salarial como referencia.
7. "Gracias de todos modos"
La conversación no ha ido como esperabas y tu jefa te ha explicado que una subida de sueldo no es posible en estos momentos. Si crees que sus argumentos son válidos, en lugar de dar las gracias por la conversación, plantéalo como un asunto pendiente: "¿Cuándo crees que podemos volver a hablar de nuevo de este tema?".