No ha sido hace tanto: en pandemia , muchos apretamos el acelerador de la convergencia digital y nos adaptamos en tiempo récord al teletrabajo . Incluso se pusieron sobre la mesa las reformas necesarias para que los gastos corrientes , esos que deben correr a cuenta de las empresas, sigan en sus balances cuando trabajamos en casa. No llegamos a implementar tales medidas: en este momento ya podemos decir que el teletrabajo fue un espejismo . El 90% de los asalariados va todos los días a la oficina y del teletrabajo ni me acuerdo.
La situación, sin embargo, puede cambiar a cuenta de las restricciones al consumo de energía . Una recomendación de la Unión Europea recogida por Teresa Ribera , nuestra ministra de Transición Ecológica, que anima a las empresas a implementar el teletrabajo para evitar los desplazamientos en coche, sobre todo en las grandes ciudades donde las distancias son considerables. "Un teletrabajo que nos permita concentrar los horarios, la presencia, ahorrar en desplazamientos, en el consumo térmico de los edificios", afirmó la ministra.
La tendencia , por tanto, ya no se impulsa en un drama puntual , sino que pertenece a ese cambio fundamental en el estilo de vida que nos debe llevar a la sostenibilidad que promociona la agenda 2030. Tarde o temprano, muchos de nosotros vamos a teletrabajar. De hecho, en Estados Unidos muchos trabajadores se han negado a abandonar completamente sus jornadas en casa . Lo ha desvelado un estudio de WHB Research, que sitúa en un 51% el porcentaje de trabajadores rebeldes a la presencialidad.
Se niegan a volver a las oficinas, aunque el porcentaje de rebeldes disminuye hasta un 19% si la nueva jornada es híbrida : al menos dos días a la semana es posible trabajar desde casa. Es la opción de Apple: Tim Cook comunicó a sus empleados que desde septiembre trabajarían en la oficina tres días a la semana.
Así las cosas, los organigramas de las empresas se preparan para asumir esta nueva modalidad de trabajo , con nuevos sistemas y desempeños que tratarán de coordinar y controlar a los oficinistas en casa. Uno de los nuevos perfiles es el Chief Remote Officer o director de Teletrabajo , un perfil que apareció por primera vez en el organigrama de Meta en 2020 y que rivaliza con el director de Recursos Humanos.
El otro asunto relativo a la gestión del personal en casa tiene que ver con el control de la productividad , un aspecto mucho más polémico. Algunas empresas estadounidenses ya están recortando nóminas en función del tiempo de conexión de sus empleados a los programas de gestión o a las plataformas de teletrabajo. Pero, ¿cómo se puede monitorizar la actividad no digital?