Valerie Precresse. /
Ixone Díaz
Ha nacido una estrella. Y podría estar llamada a revolución la política francesa , pero quizá también el futuro de la Unión Europea. Se llama Valeria Pécresse , tiene 54 años y según medios tan solventes como el británico Financial Times podría batir a Emmanuel Macron en las urnas la próxima primavera y convertirse en la próxima presidenta de Francia y en la primera mujer en el cargo. Después de ganar las primarias del partido conservador, Pécresse, admiradora confesa de líderes como Margaret Tatcher y Angela Merkel , se enfrentará a Macron, pero también a las otras dos mujeres que aspiran a ocupar el Elíseo: Anne Hidalgo , candidata del partido socialista francés, y Marine Le Pen, líder de la extrema derecha.
" Seré la primera mujer presidenta de Francia ", anunciaba Pécresse este mismo verano durante una gira por el medio rural. Experiencia, desde luego, no le falta. Pécresse lleva más de dos décadas situada en la primera línea de la política francesa. Después de crecer en una familia de intelectuales de derechas (su padre es profesor de economía; su abueloel psiquiatra que trató a la hija de Chirac por anorexia), de terminar el instituto con 16 años y de estudiar en el prestigioso École Nationale d’Administration , entró en política en 1998. Y lo hizo, precisamente, para combatir a la extrema derecha que entonces representaba Jean-Marie Le Pen.
Después de trabajar como asesora de Chirac en el Elíseo, fue ministra de Sarkozy por partida doble. Primero, en la cartera de Educación Superior y después, en la de Presupuestos, puesto en el que tuvo que gestionar la crisis de deuda. Con experiencia de gobierno y un perfil tecnócrata , se ha ganado una reputación de mujer enérgica , gran oradora y especialista en debates .
Considerada una moderada dentro de su formación, es la nueva esperanza de los conservadores , que no ocupan el Elíseo desde 2012 y que viven una crisis perpetua desde que Sarkozy abandonó la presidencia. De hecho, la propiaPécresse abandonó el partido en 2019, aunque después regresó con la idea de liderarlo y de ser la primera mujer en encabezar una campaña presidencial en la historia de la formación.
Pécresse promete mano dura en diferentes frentes: desde un cambio en la constitución para introducir cuotas que limiten la inmigración hasta terminar con la jornada semanal de 35 horas o subir la edad de jubilación hasta los 65 años. Así resumía su programa hace unos días: "Parar la inmigración incontrolada. Restaurar las cuentas de la nación, abandonadas. Recortar el gasto público innecesario. Afirmar los intereses en Europa. Defender nuestra historia nacional , la matriz de nuestra identidad, nuestro modo de vida. El histórico desafío de rehacer nuestra nación pasa por el amor de nuestra historia. A partir de ahí, Francia podrá ser la primera potencia europea en menos de diez años".
Aunque Macron , que ganó en 2017 siendo un outsider sin experiencia y con un partido todavía en construcción, es aún el favorito en las encuestas , los analistas políticos vaticinan que Pécresse, que se enfrentará también a la extrema derecha representada por Marine Le Pen y Eric Zemmour , podría seducir al votante conservador de toda la vida y derrotar al actual presidente en la segunda vuelta.